MI
HIPOTESIS
EL
SECRETO DE LOS GEMELOS
Cuando llegó la madre de
los gemelos, Marina, la señora que cuidaba la casa le dijo que la
ardilla Hardy se había comido la comida de los tarros y la niña ya
lo había guardado en el bolsillo central del vestido. La que cuidaba
la casa decía que los niños no eran normales. La mujer se iba a ir
de la casa, estaba guardando las cosas en el bolso, pero Marina le
dijo que mañana era el cumpleaños de los niños, y ella podía
ayudarlos a preparar los dulces. El niño dijo que haría la limonada
y la niña la tarta, por eso decía la mujer que los niños no eran
normales porque hacían las camas y las tareas de la casa, que todos
los niños no echan cuenta de nada.
Por la tarde llegó el
cartero con una carta muy urgente. La madre la leyó y se fue para el
cuarto con los niños, mientras los niños estaban haciendo otra cosa
la madre leyó otra vez la carta. La carta era de una señora llamada
Sor Iluminada.
Los niños descubrieron lo
que ponía en la carta y se asustaron un poco. En la carta ponía que
quería ver a los niños y el día que fue estuvieron hablando y
después fueron a enseñarle la casa, estuvieron merendando y la
mujer le dijo a los niños que eran muy buenos.
Con el paso del tiempo el
niño no hacia las tareas de la casa ni ayudaba a su madre tanto como
antes que ayudaba mucho en la casa. En el colegio no estudiaba y
sacaba malas notas, en cambio la hermana estudiaba muchísimo y
sacaba buenísimas notas.
Un día le llamo la
maestra a la madre diciéndole que el niño ha cambiado mucho y que
tiene que estar mejor y que la niña va perfectamente. Cuando llegó
a su casa la madre le estuvo riñendo y a la niña le dijo que no
cambie como su hermano.
La madre pensó porque el
niño había empeorado en el colegio, hasta que dio con la tecla
¡había empeorado porque estaba apuntado en la clase de pintura y
nada más piensa en eso¡
¡Qué pena de hijo iba
perfectamente en el colegio y ahora me tiene que llamar hasta la
maestra¡
Cuando pasó un mes el
niño había mejorado y Marina con mucha alegría pero de momento
sonó el teléfono y era la maestra de la niña que ha empeorado en
el colegio.
¡No puedo estar contenta
nunca¡ Siempre por culpa de estos niños. Pero si la niña no esta
apuntada en nada, jolín.
Llamaron a la señora que
mandó la carta para que viniera a su casa. Cuando llegó le comentó
todo lo de los niños y le respondió que era normal porque a sus
hijos les había pasado.
Después los hijos
mejoraron y ayudaban en casa.
Por fin la madre estaba
contenta.
