jueves, 9 de febrero de 2012


MI HIPOTESIS
EL SECRETO DE LOS GEMELOS
Cuando llegó la madre de los gemelos, Marina, la señora que cuidaba la casa le dijo que la ardilla Hardy se había comido la comida de los tarros y la niña ya lo había guardado en el bolsillo central del vestido. La que cuidaba la casa decía que los niños no eran normales. La mujer se iba a ir de la casa, estaba guardando las cosas en el bolso, pero Marina le dijo que mañana era el cumpleaños de los niños, y ella podía ayudarlos a preparar los dulces. El niño dijo que haría la limonada y la niña la tarta, por eso decía la mujer que los niños no eran normales porque hacían las camas y las tareas de la casa, que todos los niños no echan cuenta de nada.
Por la tarde llegó el cartero con una carta muy urgente. La madre la leyó y se fue para el cuarto con los niños, mientras los niños estaban haciendo otra cosa la madre leyó otra vez la carta. La carta era de una señora llamada Sor Iluminada.
Los niños descubrieron lo que ponía en la carta y se asustaron un poco. En la carta ponía que quería ver a los niños y el día que fue estuvieron hablando y después fueron a enseñarle la casa, estuvieron merendando y la mujer le dijo a los niños que eran muy buenos.
Con el paso del tiempo el niño no hacia las tareas de la casa ni ayudaba a su madre tanto como antes que ayudaba mucho en la casa. En el colegio no estudiaba y sacaba malas notas, en cambio la hermana estudiaba muchísimo y sacaba buenísimas notas.
Un día le llamo la maestra a la madre diciéndole que el niño ha cambiado mucho y que tiene que estar mejor y que la niña va perfectamente. Cuando llegó a su casa la madre le estuvo riñendo y a la niña le dijo que no cambie como su hermano.
La madre pensó porque el niño había empeorado en el colegio, hasta que dio con la tecla ¡había empeorado porque estaba apuntado en la clase de pintura y nada más piensa en eso¡
¡Qué pena de hijo iba perfectamente en el colegio y ahora me tiene que llamar hasta la maestra¡
Cuando pasó un mes el niño había mejorado y Marina con mucha alegría pero de momento sonó el teléfono y era la maestra de la niña que ha empeorado en el colegio.
¡No puedo estar contenta nunca¡ Siempre por culpa de estos niños. Pero si la niña no esta apuntada en nada, jolín.
Llamaron a la señora que mandó la carta para que viniera a su casa. Cuando llegó le comentó todo lo de los niños y le respondió que era normal porque a sus hijos les había pasado.
Después los hijos mejoraron y ayudaban en casa.
Por fin la madre estaba contenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario